Durante mucho tiempo, las Chinkanas en Cusco han sido consideradas una leyenda: caminos subterráneos que recorren la ciudad bajo tierra y albergan una riqueza de tesoros escondidos por los Incas. Hoy en día, estos laberintos son una realidad. Conectan puntos importantes de la ciudad, como el túnel que une el Qoricancha con la fortaleza de Sacsayhuaman.
Se dice que estos caminos intrincados están repletos de trampas y guardan secretos invaluables de los Incas. También circulan historias de personas que se aventuraron en estas cavernas y encontraron un final trágico, ya que al poco tiempo se perdía todo rastro de ellas.
Existen referencias sobre estas construcciones en documentos redactados por el Padre Agnelio Oliva en el siglo XVI, donde se menciona la palabra “Chinkana” para describir caminos subterráneos que conectaban fortalezas y edificios importantes del imperio incaico. Por otro lado, Garcilaso de la Vega, en su obra Comentarios Reales, una crónica que detalla el desarrollo del Imperio Inca y la vida contemporánea de su época, escrita alrededor del año 1600, describe redes de caminos y alamedas subterráneas tan extensas que llegaban a diferentes puntos finales más allá de los Andes.
Desde los años 70, han circulado historias sobre los misterios de adentrarse en las Chinkanas. Una de las más conocidas cuenta sobre un joven estudiante que, junto con un grupo de amigos, decidió aventurarse por las cavernas. Iniciando su travesía en la Chinkana Grande, ubicada en Sacsayhuaman. Durante meses, no se supo nada del grupo, lo que llevó a concluir su destino con la muerte.
Sin embargo, un domingo, durante la misa en el templo de Santo Domingo —construcción levantada sobre el Qoricancha—, los asistentes escucharon golpes provenientes de uno de los muros del templo. Al derribar parte de la pared, se reveló la entrada a un oscuro camino aparentemente interminable. De las sombras emergió un anciano moribundo, quien, tras dar unos pasos fuera de la cueva, colapsó. En sus manos sostenía con fuerza un choclo de oro. Más tarde se descubrió que este anciano era el mismo joven estudiante que se había perdido meses atrás en las cuevas junto con sus amigos.
Esta no es la única historia que relata las consecuencias de explorar los túneles. Se dice que una persona logró salir con vida, pero completamente cuerda y con experiencias difíciles de creer. Así, adentrarse en las Chinkanas parece destinar a dos posibles finales: perder la razón o encontrar la muerte.
El historiador Manuel Chávez Ballón, tras realizar diversos estudios, sugirió que se debía buscar debajo de los antiguos caminos incaicos y de los andenes. En el año 2003, se inició un proyecto con este propósito: el Proyecto Koricancha, liderado por el investigador español Anselm Pi Rambla y respaldado por arqueólogos locales del Ministerio de Cultura. Aunque se presentaron informes relevantes sobre los hallazgos, la iniciativa se paralizó por motivos inciertos, dejando el tema en el silencio.
Más de 20 años después, el arqueólogo Jorge A. Calero Flores realizó la confirmación definitiva de la existencia de estos caminos subterráneos. En compañía de la arqueóloga Mildred Fernández Palomino y un equipo de especialistas, desarrolló el Proyecto Chincana, que detalla la presencia de túneles conectando el Qoricancha con Sacsayhuaman y otros puntos clave de la ciudad. Este estudio finalmente confirmó la veracidad de los rumores que persistieron durante largos años.
Con base en los informes previos, se comenzó el trazado de los túneles, utilizando georradares como herramienta indispensable para el desarrollo del proyecto. Se realizaron golpes en una lámina metálica con una comba, lo que permitió, mediante ondas, determinar la forma trapezoidal de la estructura de los caminos, que están revestidos con muros de piedra y techos construidos con vigas labradas.
Según la arqueóloga Mildred Fernández Palomino, las excavaciones en puntos clave de la zona se llevarán a cabo para continuar con el proceso de investigación. Estas excavaciones están previstas para iniciarse en los meses de marzo y abril de 2025.
En la fortaleza de Sacsayhuaman es posible explorar una pequeña parte de las chinkanas. Aquí se encuentran dos: la Chinkana Chica y la Chinkana Grande. La Chinkana Chica está habilitada para ser recorrida por los visitantes, ya que es un tramo corto, seguro y apto para todo tipo de público. Por otro lado, la Chinkana Grande permanece completamente cerrada al público debido a las leyendas y misterios que rodean sus túneles, lo que la convierte en un lugar fascinante pero inaccesible.
Si planeas visitar Cusco, podrás disfrutar de un tour por la fortaleza de Sacsayhuaman, donde descubrirás más sobre estos laberintos subterráneos y los secretos que esconden. En ViajaxMundo somos tu compañero ideal para hacer de esta experiencia una verdadera aventura.
No dude en llamarnos o escribirnos a Whatsapp. Somos un equipo experto y estaremos encantados de hablar con usted.
978 354 060
info@viajaxmundo.com