La ciudad de Puno, situada en el sureste de Perú, a orillas del majestuoso Lago Titicaca, cuenta con una población de aproximadamente 145,000 habitantes. Al ser fronteriza con Bolivia, Puno se convierte en un lugar perfecto para los viajeros que buscan explorar las maravillas del altiplano andino. Puno es una ciudad portuaria y también se la conoce como la capital folclórica de Perú. El festival más importante “Virgen de la Candelaria” se celebra en Puno todos los años en febrero y atrae a muchos visitantes de todo Perú y Bolivia, así como a viajeros extranjeros.
En tiempos ancestrales, Puno fue el epicentro de grandes civilizaciones. La región fue hogar de la avanzada cultura Tiahuanaco (800 d.C. – 1200 d.C.), de la cual descienden los actuales pueblos aymara de Perú y Bolivia. Junto a esta, surgieron otras culturas importantes como la cultura Pucara y la cultura Tiahuanca, ambas dejando un legado arqueológico y cultural en la región.
Posteriormente, con la expansión del imperio incaico, los incas conquistaron y asimilaron a las culturas que habitaban el altiplano, integrándolas en su vasto imperio conocido como Tawantinsuyo. Según la leyenda incaica, Manco Cápac, el fundador del imperio, emergió de las aguas sagradas del Lago Titicaca, junto a su hermana, Mama Ocllo. Este mito sitúa a Puno como un lugar de origen no solo cultural, sino también espiritual, pues se considera que las profundidades del Lago Titicaca Puno guardan los secretos del nacimiento de una de las civilizaciones más poderosas de América del Sur.
Los restos de estas antiguas culturas, junto con las leyendas que rodean al Lago Titicaca, han convertido a Puno en un destino clave para los viajeros que buscan conectar con las raíces más profundas de la historia precolombina de los Andes.
Aunque Puno es una ciudad encantadora, su principal atractivo turístico es sin duda el Lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, ubicado a 3,888 metros sobre el nivel del mar. Este vasto cuerpo de agua alberga la Reserva Nacional del Titicaca, que protege una flora y fauna únicas en el planeta, distribuidas en una extensión de 36,180 hectáreas. En sus aguas y alrededores habitan una gran variedad de aves, peces y anfibios, muchos de ellos endémicos, lo que convierte al lago en un paraíso para los amantes de la naturaleza y la observación de especies.
Desde la capital folklorica de America, los visitantes pueden disfrutar de diversas excursiones al lago, siendo las más populares las de uno o dos días de duración. Entre las paradas más importantes están las fascinantes Islas Flotantes de los Uros, donde las comunidades locales han construido sus hogares sobre islas hechas de totora. También destacan las islas de Amantaní y Taquile, conocidas por sus costumbres ancestrales y la riqueza cultural de sus habitantes, que han conservado intactas sus tradiciones y su forma de vida comunitaria.
A pesar de que el Lago Titicaca es el principal atractivo, la ciudad de Puno tiene mucho que ofrecer a los viajeros. En el centro de la ciudad se encuentra la Plaza de Armas de Puno, rodeada de importantes monumentos como la imponente Catedral de Puno, un bello ejemplo de la arquitectura barroca andina, y la Iglesia de San Juan, que guarda una importante historia religiosa.
Para los interesados en profundizar en la historia local, el Museo Carlos Dreyer es una parada obligada. Este museo, que lleva el nombre del artista alemán que residió en Puno, alberga una valiosa colección de artefactos históricos, incluyendo metales, textiles y pinturas que cuentan la rica historia de la región.
Además, Puno es famosa por sus rebaños de llamas y alpacas, y ofrece excelentes oportunidades para comprar souvenirs hechos a mano, como prendas de alpaca y otros tejidos tradicionales que reflejan la habilidad de los artesanos locales.
Desde Lima, la forma más rápida de llegar a Puno desde la capital peruana es tomar un vuelo directo desde el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez en Lima hasta el Aeropuerto de Juliaca. El vuelo dura aproximadamente una hora y media. Desde Juliaca, se encuentra a solo 50 kilómetros de distancia de Puno, y el trayecto en automóvil toma alrededor de 30 minutos.
Arequipa y Cusco están bien conectadas con Puno a través de servicios de autobuses. Desde Arequipa, el viaje en autobús a Puno dura aproximadamente 6 a 7 horas. Desde Cusco, el trayecto es un poco más largo, con una duración de alrededor de 7 a 8 horas. Los viajeros pueden elegir entre opciones de transporte público más económicas o compañías de autobuses de mayor categoría, como Cruz del Sur, que ofrece mayor confort y seguridad. Esta última opción es especialmente recomendada por su servicio de alta calidad y seguridad.
Desde Bolivia, los viajeros que llegan desde La Paz o Copacabana pueden tomar un autobús hacia Puno. La mayoría de estos viajes incluyen un trayecto en ferry para cruzar el Lago Titicaca y un cambio de autobús al llegar al otro lado del lago. Este cruce ofrece una experiencia pintoresca, permitiendo disfrutar de vistas espectaculares del lago y los alrededores.
La opción más espectacular, aunque también la más costosa, es el viaje en tren desde Cusco a Puno. Este trayecto, que se ofrece tres veces por semana, permite a los pasajeros disfrutar de una de las rutas en tren más impresionantes del mundo. Atraviesa los majestuosos paisajes montañosos y valles de los Andes, proporcionando vistas panorámicas inolvidables. Aunque anteriormente había opciones más económicas, actualmente esta es la única opción disponible para disfrutar de este viaje en tren de lujo.
Cada una de estas opciones ofrece una experiencia única y permite a los viajeros disfrutar de diferentes aspectos del hermoso paisaje andino en su camino hacia la capital folklorica del Peru.
